Con los cambios generacionales que estamos enfrentando, todas las empresas se deben preguntar qué están haciendo para garantizar la continuidad de sus empleados; pero debemos llegar un poco más lejos, ¿Qué estamos haciendo para volverlos más productivos?
Muchas personas se levantan cada mañana de su cama en un estado de semi-conciencia y pasan todo el día en velocidad crucero, hasta los últimos 45 minutos, cuando esperan con gran deseo, el momento en que por fin pueden salir.
El trabajo es lo que tienen que hacer, no lo que les gusta hacer.
Su gente, ¿realmente estará pensando, en que es lo mejor para la compañía?